LA VOCACIÓN DE SERVICIO Y PROTECCIÓN CIUDADANA
SOY POLICÍA POR VOCACIÓN - LO ENTENDÍ DESDE QUE SUPE QUE SERVIRÍA A LOS DEMÁS
Ser policía es ante todo, una vocación de servicio público
en el marco de un Estado de derechos. Es un compromiso con el bien común, con
el desarrollo de nuestro país, con el bienestar de la sociedad y, sobre todo,
con la existencia misma del Estado ecuatoriano en el contexto regional y
mundial.
La identidad policial es más que un reglamento de conducta,
un manual de ética o una doctrina, es en esencia una práctica permanente
acogida entre sus miembros y reflejada en su vida diaria. Por tanto, ser policía
es tener una conducta irreprochable en el cumplimiento de nuestras funciones
como en nuestra vida privada.
Ser policía es escoger una profesión cuyo fin es el honor de
servir a la ciudadanía desde el anonimato cotidiano, sentir dolor cuando
nuestros compañeros han caído en cumplimiento de su deber, pero también, es
evitar la cadena de impunidad ante la labor de miembros policiales que
traicionan nuestros principios y distorsionan su misión.
Por ello, quienes vestimos el uniforme de la Policía no podemos
dejar de preguntarnos si nuestras acciones son justas, legales, correctas y
éticas. Solo una conducta razonada, ética, transparente y responsable nos
permitirá contar con la aceptación ciudadana necesaria para realizar de mejor
forma nuestro trabajo. Ser policía es saber que somos parte de una noble
institución que protege los derechos de todas las personas y colectivos
legítimos y que reconoce a aquellos superiores que han sido ejemplo de mujeres
y hombres disciplinados, honestos, valientes y sacrificados como seres humanos
íntegros y capaces de dar su vida para honrar su juramento de servicio.
Fuente : Policía Nacional del Ecuador
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